Creo en el ser humano,
que nace bueno y libre
y le vuelven mezquino
y esclavo de sus intereses.
Creo en el deber de
romper las cadenas
de los ideales
que nos esclavizan.
Creo en la fuerza de la razón,
de la educación y la cultura
y no en la razón de la fuerza,
la discriminación y la xenofobia.
Creo en la justicia natural y social
y no en las leyes dictadas
en beneficio de unos pocos.
Creo en la solidaridad de los pueblos
y no en la caridad de los más ricos,
ni en sus fronteras.
Creo en un solo pueblo
y en la universalidad
de sus culturas.